LITERATURA Y PERIODISMO AMBIENTAL
Emma Romeu
Página informativa de la autora
Emma Romeu. Literatura y periodismo
Skype ID: emma romeu
Oficina en Estados Unidos
Boston, MA
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En sus 125 páginas, el libro ofrece cincuenta y ocho poemas en español y en página opuesta su versión en inglés, lo que añade a la obra la posibilidad de alcanzar lectores interesados también en la traducción. Este volumen consta de tres partes: DESDE ESTRIBOR; PISADAS y DE SOLES Y ARCHIPIÉLAGO.
Renovación de la luna
Por Manuel Díaz Martínez
Con más frecuencia de la que cabría esperar, me llegan a Canarias, lo mismo desde la Cuba insular que desde la Cuba exterior (o sea, la del exilio), nombres, libros y noticias de nuevos poetas que desconozco. Tanto es así, que a veces me siento inclinado a aceptar como verdad aquella desmedida afirmación de Marcelino Menéndez y Pelayo, hecha en su ya apenas recordada Historia de la poesía Hispano-Americana, de que en Cuba "todo el mundo hace versos".
En ese continuo goteo de señales relativas a la tradicional afición de mis compatriotas por la poesía, para mí la sorpresa más reciente y también la más venturosa es el primer libro de poemas de Emma Romeu. Renovación de la luna, publicado este año en Massachusetts, Estados Unidos, es una edición bilingüe en la que colaboró como traductor el escritor norteamericano Michael L. Glenn.
Emma Romeu es una emigrante cubana que ha deambulado por España (incluyendo Las Palmas de Gran Canaria), México, Centroamérica y Estados Unidos ejerciendo el periodismo ambiental en publicaciones prestigiosas, entre las cuales destaca la internacionalmente conocida revista National Geographic, y escribiendo narraciones para niños, acogidas por editoriales tan importantes como Alfaguara.
No sé cuándo ni por qué esta geógrafa, ecóloga, oceanóloga, en fin, esta mujer inmersa en temas científicos relacionados con el planeta que vivimos —ecosistemas, biodiversidad, taxonomía de mariposas, fauna endémica del archipiélago cubano, el pájaro mosca, el lobo gris, etcétera— y con una extensa bibliografía de periodista científica, apartó por un momento sus ojos de esos prodigios naturales que la apasionan y a los que en un poema llama "asombros", se internó en ella misma —sin duda el bosque más tupido y el mar más profundo que podía encontrar— y se dio a explorarse y confesarse, que es tarea propia de la poesía, a la que, al menos como autora, ella nunca antes se había entregado, o eso creo.
Yo no podría explicarles ahora detalladamente esa feliz metamorfosis de Emma Romeu de periodista del mundo científico a poeta —por otra parte, en nada extraordinaria—, pero creo que para empezar a entenderla hay que conocer la variedad de intereses intelectuales de esta compatriota mía, y, sobre todo, sus dramáticas experiencias vivenciales —tanto en la lamentable Cuba que abandonó como en el duro exilio que le tocó encarar—, las cuales hallaron en la poesía una válvula de escape. Experiencias individuales —en gran parte también colectivas, dadas las condiciones de vida actuales en nuestro país— que se asoman en el primer poemario de Emma Romeu tras una metáfora con una fuerte carga emocional o, sencillamente, se desnudan en versos desenfadados, que recuerdan el coloquialismo que caracterizó a la estética predominante en los poetas de mi generación.
Lo que acabo de decir explica el vibrato humano de este libro, escrito no para deslumbrar sino para conmover. Un libro donde los sentimientos, la reflexión, la ironía y el humor se confabulan para comunicarnos el amor que su autora siente por la naturaleza, a la que constantemente se remite como a un libro sagrado, y el escepticismo que le provoca la sociedad que padecemos.
Puesto a escoger un texto representativo de Renovación de la luna, me quedo con este, en el que Emma Romeu plagia la sabiduría de un árbol:
OXÍGENO
Las hojas que marchitan traicionan a las ramas,
como la propia rama le falla luego al tallo;
el árbol que se cae le es infiel a otros soplos y culpa
a sus raíces, que culpan a las piedras;
los frutos, por su parte, son esbozos de humus,
el tronco nada cambia en terquedad de tronco,
y las flores, las pobres,
son siempre tan efímeras.
¿Las semillas?,
las semillas ofrecen su desidia a los vientos…,
mientras tanto, la savia,
que es sabia,
lleva y trae noticias para que hasta los nidos
no dejen de enterarse
del huracán que acecha.
Manuel Díaz Martínez,
Las Palmas de G.C., 13/8/2013
Por Victor M. Toledo. (UniversidadNacional Autónoma de México).
Los dioses tosen, las ramas crujen, los niños lloran, las aves vuelan, las viudas cosen, los rostros mudan, los autos rugen. Y mientras todo esto sucede, como suele suceder en cualquier tiempo y en cualquier lugar del mundo, Emma Romeu viaja, escudriña, explora, husmea, analiza, entrevista, consulta y finalmente escribe con pasión y denuedo todo lo que registró y percibió.Su misión es la de traducir al mundo, tan común como corriente, los fenómenos , datos, eventos, descubrimientos, y novedades que se generan en el mundo de la investigación científica, y que muchas veces no logran traspasar los muros de los estrechos, estrechísimo, círculos de la academia. De esta forma nace el necesario reportaje, ese que ofrece de manera sencilla, directa y accesible la información qu, dejada en las manos de los científicos, casi siempre es un intrincado volumen de datos no digeribles o palatables al ciudadano común.
La divulgación científica, que es una modalidad que requiere de una gran destreza, no sólo literaria sino informativa, es por lo común una tarea muy poco reconocida por la sociedad y por las instituciones académicas y educativas. Por fortuna en las últimas décadas esta tarea se ha visto enriquecida y frecuentada por un número mayo, aunque todavía insuficiente, de nuevos autores. Este libro pertenece a esta todavía incipiente tradición, que en nuestro país aún subsiste de manera poco comprendida.
El libro es sobre todo un libro de viajes. Un libro de recorridos por la naturaleza de dos ámbitos geopolíticos siempre hermanados: Cuba y México. Por lo mismo es un policromático tapiz de reportajes de la mano entre moluscos, insectos comestibles, manatíes y tiburones, camarones y pájaros carpinteros, bahías contaminadas, bosques encendidos, maderas del desierto y aromas tropicales de vainilla. Su preocupación permanente es la destrucción de la naturaleza y el desequilibrio del ambiente. Y en este anhelo por informar, ilustrar y denunciar sobre sucesos ecológicos, se encuentra uno de sus principales méritos. Sobre los tonos, énfasis, giros y condimentos que pone la autora a cada uno de sus textos, dejamos libremente al lector en su legítimo derecho a disfrutarlos.
Un río contaminado, un planta que está a punto de desaparecer del planeta, un niño dispuesto a viajar a la selva forman parte de esta historia de aventuras. Es una invitación a reflexionar y tomar una posición sobre el cuidado del medio ambiente y de la responsabilidad que todos tenemos para hacer que la vida perdure en nuestro planeta.
Letra: Emilio Angel Lome Música: Carlos Rivarola
CON MIRADA DE MAR por Errol Caballero
Un libro para niños recrea una etapa de la vida del célebre violinista cubano Claudio José Domingo Brindis de Salas
Carlos Espinosa Domínguez, Misisipi | 24/06/2011 8:49 am
Cubaencuentro.comHace pocos días se cumplió el centenario de la muerte de Claudio José Domingo Brindis de Salas Garrido (La Habana, agosto 4 1852-Buenos Aires, junio 2 1911), el célebre violinista cubano. Aplaudido y reconocido en su tiempo como un excelente instrumentista, fue bautizado por un temido crítico alemán como “el rey de las octavas”. Y otro, de Francia, expresó que el violín había sido creado para él. Asimismo en La música en Cuba, Alejo Carpentier, a pesar de que confiesa que se hizo el propósito de no recargar su libro con las figuras de concertistas e intérpretes, reconoce que no puede hacer menos que consagrar “unas líneas a un personaje singular, que constituye un caso sin precedentes en la historia musical del Continente”. Lo califica de “virtuoso excepcional”, aunque admite que sus programas no revelan un gran rigor de criterio en cuanto al repertorio. Sobre ese punto, no obstante, apunta que no se le puede culpar demasiado por haber sido víctima de uno de los males de su época. Y afirma: “Los programas de más de un dios de aquellos días no eran mejores que los suyos. En fin de cuentas, no había usurpado su título de ‘Paganini cubano’”.
Esta significativa efeméride proporciona la oportunidad idónea para comentar un libro que, a pesar de que no es exactamente una novedad, lo amerita. Se trata de El rey de las octavas (Lectorum Publications Inc., Nueva York, 2007), escrito por Emma Romeu e ilustrado por Enrique S. Moreiro. Concebido para el público lector adolescente, propone un acercamiento a la figura del violinista cubano. No pretende ser una biografía, aunque abarca varios años de su vida. Al inicio, la autora dedica su obra “a todos los niños que defienden sus sueños”. Y en ese sentido, El rey de las octavas ilustra la firme voluntad de Brindis de Salas para sacar adelante su vocación musical.
En ese libro, el protagonismo corresponde, como es natural, al músico habanero. No era, sin embargo, la primera vez que el personaje aparecía en la obra narrativa de Emma Romeu. Entre los numerosos títulos de literatura para niños publicados hasta ahora por ella, está la exitosa serie de novelas de Aventuras de Gregorio, de la cual se han vendido ya 100 mil ejemplares y que está integrada por Gregorio y el mar (1996), Gregorio vuelve a México (1998), Gregorio y el pirata (1999), A Mississippi por el mar (1999) y Naufragio en las Filipinas (2000). En el primero de esos libros, un muchacho español amistoso y listo se embarca como grumete en un barco en las Islas Canarias y sale a recorrer los mares del mundo. La travesía lo lleva a La Habana y lo hace vivir diversas situaciones. Entre ellas, se halla la de tener que resolver el robo del violín Stradivarius perteneciente al violinista negro que viaja en el barco. Se trata de Brindis de Salas. La novela concluye con un desenlace feliz, que reúne a Gregorio y sus amigos con el Paganini negro. “Cuando todos se hubieron tranquilizado, el violinista invitó a los niños a una gran comida de arroz congrí, lechón asado y plátanos a puñetazos”. Luego, al despedirse, Brindis de Salas se acercó a Gregorio y le dejó como regalo las cuatro clavijas talladas de su Stradivarius.
El rey de las octavas se inicia cuando Brindis de Salas es un adolescente. Es el día de su primera clase, pero no como alumno sino como profesor. “Desde pequeño, apunta la autora, tocaba muy bien el violín. Su padre le había enseñado y ahora que tenía cumplidos los doce años ya había compuesto varias contradanzas. Una de las piezas musicales se la dedicó a una jovencita de pelo rizo y boca pulposa, igual que él, a quien conoció cuando atravesaba el mercado camino a los ensayos. Sin embargo, nunca pudo interpretar aquella música para que ella la escuchara, porque sus dueños se la llevaron a la casona colonial del ingenio azucarero como lavandera. La chica era una esclava”.
En la clase que va a empezar a dar, tendrá como alumna a una niña de bucles rubios, hija de un vizconde. La madre ha decidido que, como cuando empieza la zafra su esposo pasa más tiempo ocupándose del ingenio, ella podrá ocuparse de que, de lunes a viernes, la hija practique el violín. Pero el regreso anticipado del vizconde da al traste con sus planes: por voluntad de él, la niña tendrá otro profesor. Secretamente, ella le hace llegar una carta a Brindis de Salas, donde le cuenta: “Mi madre trató de convencer a mi padre para que permitiera tus clases, pero él siempre le respondió lo mismo: que una niña de mi color no puede tener un maestro del tuyo. ¡Qué rarezas de la gente mayor! Como si la música tuviera color”.
En pocas páginas, Emma Romeu cuenta cómo Brindis de Salas logró materializar su sueño de estudiar en el Conservatorio de París. El día que pasó el examen de admisión, entre el público se hallaba una jovencita rubia que iba acompañada por su prometido. Cuando él terminó de tocar, la muchacha le lanzó una flor y le gritó en español: ¡Viva Claudio! Era la vizcondesita, su antigua alumna, quien después de que su padre murió pasó a vivir en París con su madre. Su novio era bailarín y ahora ella estudia danza. “Claudio se despidió de ellos con verdaderas muestras de simpatía. Tal vez volverían a encontrarse algún día en los grandes escenarios”.
Es obvio que El rey de las octavas está animado por un propósito didáctico, dar a conocer al público lector al cual se dirige la figura de Brindis de Salas. Ese objetivo la autora lo cumple sin desembocar en el didactismo, ni incurrir en el error de convertir la literatura en una extensión del colegio. Asimismo es un acierto el haber limitado la narración a una etapa específica de la vida del violinista cubano. Eso además dio a Romeu la posibilidad de incorporar la ficción, a partir de una anécdota que si bien no es real, bien pudo haber ocurrido. El libro se lee así como un cuento, pues posee la necesaria dosis de amenidad para captar la atención de los adolescentes.
SOBRE AZUL... SOBRE AZUL... SOBRE AZUL...
Por Froilán Escobar. Escritor y periodista cubano.
Todos somos herederos de alguien o de algo. La mayoría de los escritores hemos sido encantados por la música que las propias palabras engendran. Es como un aire que da en brincarnos en las orejas y nos impulsa. Pero no sabemos con exactitud de donde es que venimos porque el soplo nos llega, pero llega de muchos lugares a la vez. La sensación es que sobrenadamos en el misterio. Cuando tratamos de entender a qué significado nos llevan esos extraños sonidos. Nos sorprende que salgan desde adentro y que, una vez fuera, digan, pronuncien sentidos que quiebren silencios. Sin embargo, estas palabras no parecen venir de ese aire que aprendimos a manifestar sopladito. A Emma Romeu le ocurre distinto. Las palabras le vienen de otra manera. Sus palabras suenan atransparencia, a serenidad recién salida del agua. El mar está en esta escritora como el laboratorio de un destino. Es como una nostalgia soterrada. Como si recordara el regocijo de las ballenas cuando se salieron de lo duro de la tierra y pusieron, por primera vez, el pie en el infinito. Sus elaboraciones simbólicas no dicen nada que no resuene en ese ámbito azul. Todo su cuaderno, independientemente de la historia que cuente, está recorrido por esa vocación de honda claridad. Es su manera de ocupar el territorio. Hay un goce en que las palabras comuniquen eso. Pareciera que se zambulle, que cada relato no es más que un pretexto para otra zambullida. Para que sintamos en todo el cuerpo el roce, la caricia como promesa sensual de significaciones.
Porque lo arrastra a uno como lector, lo lleva a esa experiencia clara de abismos. El mar es el amado y es el amor: un himno que declara, de entrada, su objeto y su destinatario. Se establece una relación erótica. En todo lo que cuenta se siente, pero de manera especial en "El pecio", "Xóchitl", "La mujer gaviota" y "La herencia". Su cuaderno es la joya que ocultaba aquel cofrecito rescatado por el buzo de su cuento.
“Es un Tesoro tan grande que no os van a alcanzar todos los órganos para disfrutarlo”
Por Héctor Collado
Feria del libro, Panamá 2009
Presentación de Azul y otros relatos del mar
Rojo ha de ser el estupor naciente, apunta en uno de sus poemas el inmenso Dicky Bermudez, autor de la sin igual “Cuando la isla era doncella”.
Azul es el asombro palpitante en los textos de Emma.
Ella rumia en la “cacofonía del oleaje” sus relatos de sal y transparencia. Son relatos tristes, a veces descorazonadores… Relatos vivos que te atrapan con el anzuelo, hilo conductor y te arrastran por siete mares pasando cada peripecia.
Recuerdo en este momento una lectura en la que el narrador lleva a un niño a conocer el mar, o lo contrario, pero eso no tiene importancia, lo importante es que uno, pescado por el asombro, le implora al otro “Ayúdame a mirar”. Aguijoneado por la incapacidad para concentrar la vastedad en un parpadeo de ola.
Un poco ese favor tomamos de Emma, que nos deja mirar en sus palabras el mar. Porque en sus trabajos, los que he tenido la oportunidad de hojear y ojear, ella me ha enseñado a mirar parajes, paisajes, a sentir historias. He tenido la oportunidad de mirar a través de su mirada Atlántica estos mundos relacionados, que reconozco en sus relatos.
La hermosura de una narración bien administrada, la sinceridad del lenguaje, la sencilla complicidad con que nos entrega cada historia, el conocimiento de causas y efectos, el rigor científico expresado en su momento, en las historias que dan verosimilitud a sus relatos como se exige… y entonces la palabra dejada caer al ojo, como decía Lezama, son las motivaciones que Emma insufla en sus lecturas y en sus lectores.
Imagino que las razones editoriales matriculan ciertos libros en categorías, que si infantil, que si juvenil… Hace tiempo aprendí que la buena literatura no admite categoría y que lo bueno, mayor dicho lo que trasciende, es aquello donde prevalece la belleza. Y eso será leído con la misma fruición por el público.
La belleza de una historia triste se salva por el giro inesperado y los finales esperanzadores. Con lenguaje sencillo la narración se enriquece y lo pondera aún más el otro lenguaje submarino en los textos donde se destaca este escenario.
En "Azul y otros relatos del mar" nos sumergimos con Marco y retamos a la muerte; aprendimos que “la soledad es mala, aunque sea en la imaginación”; conocimos a Xóchitl y a Margarito Flores cabalgando sus amores “tanto galope por la costa que las herraduras se le deshicieron”; La mujer gaviota, que en realidad se llamaba Marina; y el cuento fenomenal La herencia, donde la prosapia de los Franciscos nos lleva de generación en generación tras un mapa del tesoro y una llave…
Debo confesar que desde hace algún tiempo ninguna lectura me atrapaba y me llevaba desde la primera sangría al punto final tan rápido. La mayor carta de presentación de un autor no son sus datos en la solapa en la contraportada de los libros, es la maestría para contar y devolvernos a ese placer que se comparte cada vez con más con entusiasmo que es la lectura.
A Emma gracias por el mar o por el mar hecho palabras o por las palabras de sal y caracoles.
Su obra, como diría uno de los personajes de sus cuentos “Es un Tesoro tan grande que no os van a alcanzar todos los órganos para disfrutarlo”.
Gregorio y el mar, Revista Peonza, por JFR
Azul y otros relatos del mar, la Plaza del Angel.
Revista Mosaico: Emma viene del mar
El virtuoso violinista Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, más conocido como El Paganini negro, El rey de las octavas o simplemente por su original apellido Brindis de Salas, conquistó los escenarios del mundo en tiempos de la esclavitud.
Este libro de hermosas ilustraciones esboza su infancia y juventud a través de un cuento biográfico y lleva al lector por el mundo de un niño que triunfó sobre los prejuicio de la época y realizó sus sueños.
Libros infantiles con charanga, cambulloneros y arroz congri. La Jornada
Letralia, tierra de letras: Gregorio y el mar
Sobre Orejas de cielo y otros cuentos, revista Leer y leer, SM.
VIAJE DE E.R, Panamá América
ROMEU Y SUS NUEVAS OBRAS, La prensa
UNA VOZ ECOLÓGICA, Ellas, Panamá
Emma Romeu. Literatura y periodismo
Skype ID: emma romeu
Oficina en Estados Unidos
Boston, MA
ph: 1-781-648-0709
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